Powered By Blogger

jueves, 21 de julio de 2011

central-izadas



Cogí unos días de baja. Estaba hasta el coño de todo y necesitaba descansar. No he hecho gran cosa. Ordenar mi habitación, que la tenía a reventar de mierda. Un síndrome de Diógenes cualquiera. Un asquete. Poco más. Ayer por la tarde, que mi hermana no trabajaba, quedamos con nuestra prima. Su rollo carcelero la ignora. Ella dice que no le importa, pero seguro que si, aunque sólo sea por la heridita en el orgullo. Está nerviosita porque su amor de la infancia, un super tío bueno de no te menees nacido y feliz residente, hasta ahora, de ese poblao tan de moda entre las altas clases de Sarria-San Gervasio de Barcelona, llamado Puigcerda, viene a vivir a Barcelona. Su sueño de que el chulazo del pueblo baje a la ciudad a vivir se vuelve realidad, pero ella se pira a hacer de licenciada en magisterio intrépida a Brighton. A apurar años mozos y a explotar culo respingón, antes de que empiece a trabajar de profe y se le ponga culo-plaza de toros por estar sentada horas corrigiendo dictados y redacciones de: “este fin de semana he hecho….”. El otro día lo comentábamos. ¿conocéis alguna profesora con buen culo? ya no hace falta buen culo, solo culo pequeño. Yo no. Martins tampoco y eso le preocupa. Martins feliz en su talla 36.

Quedamos cerca de su casa, en un bar muy de moda ahora. Lleno de pijos. Por todos lados. Mi amado Pabli, que también vive por ahí, odia ese bar. Cuando pasa siembra la polémica insultándoles y tocándose el paquetón. Muy galliano. Yo que soy un animal social me da igual estar en Pedralbes que en el Raval. Soy así de viajada. Es lo que tiene haber sido uno de ellos y haber dejado de serlo, por circunstancias y por elección propia. He sido de colegio religioso con directora monja en la cruz de Pedralbes. Madre Nieves era una genio, yo la quería mucho. Era muy de: “Marinita porque has hecho esto…..?” y a la hora de comer se transformaba en una mezcla de bruja y batman. Correteaba por el comedor más rápido que nadie y tenía cien ojos vigilando. Lo mejor era ese micrófono; aquel micrófono con el que humillaba públicamente a quien fuera, por ser un cerdo comiendo o por ser una cursi. Eso nos hizo más fuertes a todos. Hoy en día soy invulnerable a humillaciones públicas tipo caídas, mocos colgando etc. Se lo agradezco un montón. Gracias a Madre Nieves me paso por el forro de las bragas casi todo. Con las niñas pesadas y numerarias era muy villana, de esas que si vomitabas te hacía comer el vomitado. Como una mala-malisima de un cuento de los hermanos Grimm. Bien que hacía. ¿Esas niñas-coñazo no sabían quien tenía el poder? Nadie ganaba a la Madre Nieves, ya se encargaba ella…

¿¿Porqué las monjas y sobretodo Madre Nieves combinan a la perfección y sin ningún tipo esfuerzo ese tándem de satanismo y ternura??

Después de años, misas y comuniones con la Madre, me piré y me matriculé en el Instituto. Y tan ricamente. L´Escola Industrial era muy el Oeste. Muy de peleas y redadas a la hora del patio. Peleas entre moros y latinos clavándose destornilladores. La puta selva en el asfalto. Todo muy Gran Torino. Todo muy guai.

Pues estaba en la terraza más concurrida de la zona, hoy por hoy, con mi prima, mi hermana, Eullin, que se maquilló los ojos muy Miss Venezuela y estaba ideal, y una tercera. Una tia bastante guai. Respetuosa, graciosa, curranta y que no tiene el chichi pa farolillos. Hablamos de lesbianismo, de maquillaje, de la mugre que almacenamos en los cuartos, de Puigcerda y del Opus. Dos temas de los que SIEMPRE, se acaba hablando en esa terraza. Es como que lo lleva el ambiente. Lo respiras. Está ahí, presente. Entre tanta pijerío lo ví claramente. Mis sospechas se confirmaban: el extraño fenómeno de las pijas. Todas, sin excepción, están enfermas. No sólo la enfermedad de la gilipollez, totalmente extendida y normalizada, sino enfermas mentales de verdad. Son todas anoréxicas. Joder, pobres pavas, es que ni siquiera son únicas para elegir enfermedad. Es que hasta para vomitar después de las comidas eligen todas lo mismo. No basta con vestir iguales, veranear en los mismos sitios, comprarse las mismas motos, hacerse las mismas mechas….no, ellas han creado un nuevo movimiento social. La enfermedad conjunta. La anorexia colectiva. Todas bulímicas y/o anoréxicas. Es que las que lo hagan para llamar la atención tampoco lo van a conseguir, porque cuando no vomite una, vomitará la otra.Todas con el bolso a reventar de fave de fuca, fijo.Las mas experimentadas van mas fuertes y toman almax. Seguro. Pobres tias. Me dan ultra-pena. Viven como en otra galaxia. En otro planeta. Son como los UFOS, existen, viven con nosotros....pero no sabes bien que hacen y porque viven. Están ahí, pero no sabes porque. Son como los extraterrestres porque son todas iguales. Hablan pero no las entiendes. Las miras a todas y parecen la misma. Son chungas.

Hasta aquí dan de sí mis días de baja laboral. Ahora quiero playa y sol.


2 comentarios:

  1. hola! soy carlota guerrero. he intentado enviarte un e-mail pero no aparece tu dirección por ninguna parte. no sé cómo decirlo sin que suene desagradable, pero por favor, elimina la entrada en la que hablas así de mí. si pones mi nombre en google es de lo primero que aparece, y no es agradable (sobretodo a la hora de imaginarme que una empresa decide investigar un poco más sobre mí antes de contratarme y se come ese pastel). en fin, elimínala por favor, sino tendré que denunciar el blog y en blogspot los cierran más rápido que rápido. gracias

    ResponderEliminar
  2. No se donde escribirte y dudo mucho que vuelvas a pasarte por aquí pero creo que debo pedirte disculpas. Tienes razón en todo lo que dices y has sido muy educada, cosa que me ha sorprendido, yo me hubiera puesto como una energúmena. Si es verdad que molas y vales y han sido solo impresiones mías ojala te contraten en un sitio guai y que te mole y bla bla. Perdona por la entrada y gracias por la educación.

    ResponderEliminar