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viernes, 27 de julio de 2012

noche en el teatro


Bueno, bueno, mi momento ha llegado. Pensaba que nunca llegaría hasta HOY. Hoy estreno lupas. En realidad me apetece, pero yo es que es que soy culo veo, culo quiero. Cuando era pequeña envidiaba a esas niñas que se les caían los dos dientes centrales y eran “ZOPAZ” y si no estaban esas niñas que llevaban braquets, y ya si eran braquets de colores me podía morir de la envidia. Muchas veces mascaba chicles y me los ponía en las encías a modo aparato y podía quedarme un día entero, además yo era una niña avanzada a mi edad y sabía que si te tragabas el chicle no se te quedaba enganchado en los pulmones o en los intestinos y, por consiguiente, pues claro, no morías. Pero no, tengo los dientes maravillosamente puestos y sin braquets, aunque lo parezca. Broma macabra del destino que me hace los dientes perfectos sin cumplir uno de mis sueños de infancia. SER CONSUMIDORA DE BRAQUETS DE COLORES.



Hablando de cuando era pequeña: Ayer por la noche fui al ballet con Elena. Las dos somos culos inquietos dentro de la tranquilidad. Es bastante equilibrio perfecto. Bueno, es que Elena es lo más y jamás me cansaré de repetirlo. Nos pusimos guapas, en plan chicas mayores (yo con un vestido e leopardo un poco corto de más, pero yo es que cuando no peco de una cosa, peco de la otra) y Elena perfecta, como siempre. Sabe que ponerse y como en cualquier situación. Llevaba un vestido turquesa con un bolso Longchamp coral. Preciosa. Total que el ballet ruso, el lago de los cisnes, que claro, yo no pude parar de pensar en Cisne Negro y en la comida de coño de la Kunis a la Portman, ni de lo loca que esta Winona y si el mundo del ballet, tan aparentemente perfecto y precioso es tan cruel. Bueno total, que flipaba viendo el ballet. Yo es que cuando veo cosas muy muy bonitas lloro. En el desfile de Crispi también se me saltaron las lagrimas, pero como no quiero que piensen que estoy loca intento llevarlo con la mayor discreción posible, a Elena la avisé para que no se preocupara pero se que Ele no me juzga. Incluso en un monologo lloré. Bueno al lío. Tras el primer acto y pasar por el pipi room rápidamente para evitarnos la cola, salimos corriendo a fumar. Allí le dije a Elena que yo si tengo hijas (y dinero) quiero apuntarlas a ballet. Ella me contó que de pequeña hacía ballet hasta que lo dejo porque lo del tutú y el mallot le tocaba el coño, pero que ahora se arrepiente un poco. Claro, yo caí en la cuenta de que nunca hice ballet, ni nada de baile, a pesar de que tengo unos pasos muy recurrentes para las dancefloor que creo que son la mar de apañados, pero eso es gracias a Britney. Yo de pequeña hice tenis, natación..hice hasta padel, ya el sumum del elitismo. Pero claro, supongo que después de descubrir las meriendas a base de bocadillo de chorizo y eso debió ser el fin de mi carrera deportiva. Qué pena.


Salimos del ballet flipando con la elegancia y la feminidad del baile en sí. La verdad que es precioso de llorar. Pobre Sigfrido cuando le engaña Odile y pobre Odette por detrás del castillo viéndolo todo y muriéndose de la pena. Gracias a dios, el amor triunfa, como siempre si se quiere. Salimos del ballet con la espalda muy recta y comentamos apuntarnos a sevillanas, que yo no quiero mucho y menos después de ver el ballet ruso pero como estamos muy girlie y muy de amarnos todas, unas más que otras pero bueno en un grupo de chicas siempre hay mas y menos pues, no lo acabo de descartar, pero vamos…. En la entrada del teatro nos compramos un llavero de una matriuska. Eran rubitas, con los ojos grandes y claros y las caras redonditas. Eran como Elena y como yo, y claro, no pudimos resistirnos y nos compramos una cada una.




En un rato voy a buscar mis lupas. Me atendió una amiga de mis tíos en la óptica que era la divinidad en persona. Al principio flipaba y me sacaba gafas Marc Jacobs, pero yo que, a pesar de ser semi rica tras cobrar mi indemnización, soy muy de la virgen del puño. Soy de las de que no falte de nada, pero nos vamos al chino a comprarlo. Le dije cual era mi presupuesto y me saco millones de gafas. Había un problema porque las gafas no me quedan mal y todas tenían su aquel. Me puse seria y me sacó unas con la cara iluminada, me las probé y sí, eran esas.


 En fin que tengo astigmatismo e hipermetropía. Hipermetropía es que no ves de cerca y astigmatismo que ves borroso. Qué fuerte porque todo cuadra. De echo a veces cuando leo o escribo se me saltan líneas o letras, eso es de la hipermetropía, pues yo pensaba que tras tanta crisis de ansiedad (que cada vez sorteo con mas arte y savoir faire) pues que tanto nervio mal gestionado me había llevado a convertirme en disléxica, como la princesa Noruega, la que fue gorda y anoréxica después y que ahora vuelve ser gorda, pero es muy sonriente.  Pero el gran descubrimiento ha sido saber que padezco de astigmatismo, que es ver borroso. Yo pensaba que veía borroso porque tenía sueño. Sí, así de ignorante soy. Yo que desde hace uno años para aquí duermo poco pensaba que veía borroso por eso, porque al dormir poco los ojos se me llenaban de legañas y películas de líquidos que el organismo fabrica para protegernos de agentes externos malignos. Pobre de mí, pero bueno, ya está solucionado.




SSIAAAOO. Pasar buen finde y nos vemos por la playa!

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