Bueno, bueno, mi momento ha llegado. Pensaba que nunca llegaría
hasta HOY. Hoy estreno lupas. En realidad me apetece, pero yo es que es que soy
culo veo, culo quiero. Cuando era pequeña envidiaba a esas niñas que se les caían
los dos dientes centrales y eran “ZOPAZ” y si no estaban esas niñas que
llevaban braquets, y ya si eran braquets de colores me podía morir de la
envidia. Muchas veces mascaba chicles y me los ponía en las encías a modo
aparato y podía quedarme un día entero, además yo era una niña avanzada a mi
edad y sabía que si te tragabas el chicle no se te quedaba enganchado en los
pulmones o en los intestinos y, por consiguiente, pues claro, no morías. Pero
no, tengo los dientes maravillosamente puestos y sin braquets, aunque lo
parezca. Broma macabra del destino que me hace los dientes perfectos sin
cumplir uno de mis sueños de infancia. SER CONSUMIDORA DE BRAQUETS DE COLORES.
Hablando de cuando era pequeña: Ayer por la noche fui al
ballet con Elena. Las dos somos culos inquietos dentro de la tranquilidad. Es
bastante equilibrio perfecto. Bueno, es que Elena es lo más y jamás me cansaré
de repetirlo. Nos pusimos guapas, en plan chicas mayores (yo con un vestido e
leopardo un poco corto de más, pero yo es que cuando no peco de una cosa, peco
de la otra) y Elena perfecta, como siempre. Sabe que ponerse y como en
cualquier situación. Llevaba un vestido turquesa con un bolso Longchamp coral.
Preciosa. Total que el ballet ruso, el lago de los cisnes, que claro, yo no
pude parar de pensar en Cisne Negro y en la comida de coño de la Kunis a la
Portman, ni de lo loca que esta Winona y si el mundo del ballet, tan
aparentemente perfecto y precioso es tan cruel. Bueno total, que flipaba viendo
el ballet. Yo es que cuando veo cosas muy muy bonitas lloro. En el desfile de
Crispi también se me saltaron las lagrimas, pero como no quiero que piensen que
estoy loca intento llevarlo con la mayor discreción posible, a Elena la avisé
para que no se preocupara pero se que Ele no me juzga. Incluso en un monologo
lloré. Bueno al lío. Tras el primer acto y pasar por el pipi room rápidamente para
evitarnos la cola, salimos corriendo a fumar. Allí le dije a Elena que yo si
tengo hijas (y dinero) quiero apuntarlas a ballet. Ella me contó que de pequeña
hacía ballet hasta que lo dejo porque lo del tutú y el mallot le tocaba el
coño, pero que ahora se arrepiente un poco. Claro, yo caí en la cuenta de que
nunca hice ballet, ni nada de baile, a pesar de que tengo unos pasos muy
recurrentes para las dancefloor que creo que son la mar de apañados, pero eso
es gracias a Britney. Yo de pequeña hice tenis, natación..hice hasta padel, ya
el sumum del elitismo. Pero claro, supongo que después de descubrir las
meriendas a base de bocadillo de chorizo y eso debió ser el fin de mi carrera
deportiva. Qué pena.
Salimos del ballet flipando con la elegancia y la feminidad
del baile en sí. La verdad que es precioso de llorar. Pobre Sigfrido cuando le
engaña Odile y pobre Odette por detrás del castillo viéndolo todo y muriéndose de
la pena. Gracias a dios, el amor triunfa, como siempre si se quiere. Salimos
del ballet con la espalda muy recta y comentamos apuntarnos a sevillanas, que
yo no quiero mucho y menos después de ver el ballet ruso pero como estamos muy
girlie y muy de amarnos todas, unas más que otras pero bueno en un grupo de
chicas siempre hay mas y menos pues, no lo acabo de descartar, pero vamos…. En la
entrada del teatro nos compramos un llavero de una matriuska. Eran rubitas, con
los ojos grandes y claros y las caras redonditas. Eran como Elena y como yo, y
claro, no pudimos resistirnos y nos compramos una cada una.
En un rato voy a buscar mis lupas. Me atendió una amiga de
mis tíos en la óptica que era la divinidad en persona. Al principio flipaba y
me sacaba gafas Marc Jacobs, pero yo que, a pesar de ser semi rica tras cobrar
mi indemnización, soy muy de la virgen del puño. Soy de las de que no falte de
nada, pero nos vamos al chino a comprarlo. Le dije cual era mi presupuesto y me
saco millones de gafas. Había un problema porque las gafas no me quedan mal y
todas tenían su aquel. Me puse seria y me sacó unas con la cara iluminada, me
las probé y sí, eran esas.
En fin que tengo
astigmatismo e hipermetropía. Hipermetropía es que no ves de cerca y
astigmatismo que ves borroso. Qué fuerte porque todo cuadra. De echo a veces
cuando leo o escribo se me saltan líneas o letras, eso es de la hipermetropía,
pues yo pensaba que tras tanta crisis de ansiedad (que cada vez sorteo con mas
arte y savoir faire) pues que tanto nervio mal gestionado me había llevado a convertirme
en disléxica, como la princesa Noruega, la que fue gorda y anoréxica después y
que ahora vuelve ser gorda, pero es muy sonriente. Pero el gran descubrimiento ha sido saber que
padezco de astigmatismo, que es ver borroso. Yo pensaba que veía borroso porque
tenía sueño. Sí, así de ignorante soy. Yo que desde hace uno años para aquí
duermo poco pensaba que veía borroso por eso, porque al dormir poco los ojos se
me llenaban de legañas y películas de líquidos que el organismo fabrica para
protegernos de agentes externos malignos. Pobre de mí, pero bueno, ya está
solucionado.
SSIAAAOO. Pasar buen finde y nos vemos por la playa!
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